Creo que... inclusive en mi senectud, me encantaría seguir siendo tu niña. Y es que, finalmente, con el cariño que implantas a la palabra al llamarme así, la definición toma un tono peculiar, dándole un sabor a confidencialidad que me permite sentirme especial.
No sé de qué forma, no sé cómo lo logras, sin embargo, el escuchar de tus labios una frase donde venga incluído el epíteto mencionado, provoca una sensación desconocida en mi pecho. Es como si, todo aquello que conociera, se esfumara para dar paso a un mundo nuevo en el que tengo que vivir emociones y sentimientos jamás antes experimentados.
Y es entonces que puedo ser tu niña en los buenos días, tu niña en el trabajo, tu niña en aquel atardecer que parece pintado sobre un lienzo; puedo ser la niña de tus ojos, la niña que te oberva atentamente en cualquier acción tuya; soy ésa niña a quien das un dulce beso antes de dormir, o de la que te despides con un abrazo de oso al partir. Puedo ser esa niña tuya, que al mirarte fijamente, te roba esa sonrisa que me hechiza. Aquella niña, que busca protección bajo tus brazos, o quizás, la niña que logra desvanecer hasta el más ferviente enojo, con una simple sonrisa con cierto aire a arrepentimiento mezclado con vergüenza. Ella, quien escucha tus historias cual si fueran cuentos de hadas; la que con su canto impregna tu alma de amor.
Sí, yo podría ser tu niña, hoy, mañana y pasado; yo sería la más feliz si desde el día en que me llamaste de ese modo, gozara de la dicha de seguir teniendo el título en mi posesión por años y años. Qué más quisiera yo, que joven, madre, mujer madura y aún anciana, ingiriera sorbo a sorbo todas y cada una de aquellas gotas de ternura en tu voz, al pronunciar aquellas cuatro letras, en una sola palabra, que describen al ser que brindó un espacio de luz que quizás, sólo ella, tu niña... puede poseer.
Gallery Of Flowers Wilson Nc
Hace 1 año
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