sábado, 11 de abril de 2009

Sólo por hoy...

Inimaginablemente contenta.

Quizás los cuentos de hadas no suceden,
pero esos buenos momentos, los instantes
mágicos, son los que le brindan a la vida el
sabor a secreto…

Un haz de luz cruzó por mi camino, y hoy
puedo afirmar que sólo bastó con observarlo,
para que mi entero mundo diera un giro completo.

Hoy no me importa el mañana, o el ayer,
lo único importante es el hoy, al que tengo,
al que observo, el cual vivo… Y gracias
al cual me es imposible declararme
inocente de poseer aquellos sentimientos
que se delatan con una sonrisa distinta,
con aquel brillo en mis ojos...

Si hoy hago o digo cosas insensatas,
si no pienso al actuar, si me importa
poco lo que vayan a pensar…
No me juzguen, sólo quiero por
un momento… escaso, mínimo… saborear
MI LIBERTAD…

miércoles, 8 de abril de 2009

Del echar de menos...

Te extraño, cuando me dices adiós.
Sin embargo, antes de tu partida ya lo hago.
Te extraño cuando te ausentas algunas semanas,
pero pueden ser cinco minutos, y aún así te extraño.
Te extraño cuando sé que estás en otra ciudad,
Pero más cuando sé que estás cerca y no te puedo ver.

Te extraño en aquellos días de invierno,

en los buenos días a tu lado
Te extraño en las noches veraniegas,

y también en los atardeceres en tus brazos.
Te extraño en mis otoños, en mis primaveras,

en mis noches y mis días.
Te extraño en mis enojos, mis neurosis,

mis cantares y mis dichas.

Te extraño cuando la ausencia se hace notoria,
Te extraño cuando comienza a trabajar mi memoria,
Te extraño cuando te haces presente,
Gracias a un recuerdo tonto en mi mente.

Te extraño, todo tú lo que conformas:
Extraño esa sonrisa, esa fragancia, esa voz.
Te extraño con tus pensamientos, con tus sentimientos,
con tu mirada tierna, y tu dulce “te quiero”.
Extraño esos tus labios, con tus besos y frases bonitas,
Te extraño con tus abrazos y mi piel sintiendo tus caricias.

Te extraño hoy, y lo haré mañana de igual forma.
Te extrañaré por sobre todo lo que extraño,
Te pensaré sobre todo lo que hago,
Para que el día que regreses a mi lado,
No vuelva a extrañarte ya que no será necesario.

jueves, 2 de abril de 2009

Imaginarte

Te escuché. Creí que era tu voz, pero como en repetidas ocasiones, se trataba de una más de aquellas alucinaciones presentes últimamente. Imaginé que me habías encontrado, que habías hecho hasta lo imposible por encontrar aquel lugar, mi lugar. Podría jurar que percibí aquella mirada tuya, tan llena de ternura, penetrante y sincera, y con cierto sentido de alegría al observarme al verme justo frente a ti. Fue cuando tus labios se abrieron para decir una palabra, impredecible e incitante, para recordarme tu voz, esa voz tan clara y serena, tan segura y armoniosa. Sentí tu presencia entonces cada vez más cercana, aventurándote a un mundo diferente. Me hablabas al oído, y el cielo detuvo el tiempo en aquellas frases dictadas, en ese dulce y cálido beso que sin más, dio paso al memorable instante que estaba por escribirse.

La ventisca de aquella tarde estremeció la más honda de mis entrañas, y se llevó con ella todos aquellos pensamientos generados por tu persona, dejando mi alma vacía nuevamente. La puesta de sol me recordó que se trataba de sólo un sueño inalcanzable más. Una trampa para aquellos sentimientos por ti, para los castillos en el cielo que formé, y que, en determinado momento, llegarían a nutrir ese corazón de vehementes pesares y tristezas.