Son ellas las culpables de mis desdichas,
Las causantes de mis ilusiones,
Las responsables de mis sosiegos…
Cuando menos lo veo venir,
Cuando pareciera que nada va a ocurrir,
Una de ellas se lleva consigo todo el ímpetu de mi vivir…
Mágicamente, disfrazadas de indefensas compañeras,
Logran derretir este corazón con sus encantos,
tácticas y estrategias, con sus juegos infantiles…
Concluye una velada… y al parecer estar a salvo,
La más fuerte, la más hábil,
Logra cruzar el portal, gracias a la ternura de la que es poseedora…
Es entonces que una ráfaga de luciérnagas celestes,
Enerva hasta la más íntima parte de este ser,
Logrando absorber toda esa quietud, esa paz,
Con sólo una tenue… pero tuya… caricia en mi piel…
La más fuerte, la más hábil,
Logra cruzar el portal, gracias a la ternura de la que es poseedora…
Es entonces que una ráfaga de luciérnagas celestes,
Enerva hasta la más íntima parte de este ser,
Logrando absorber toda esa quietud, esa paz,
Con sólo una tenue… pero tuya… caricia en mi piel…
[ Con una simple caricia me peinas el alma ]
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